La ingestión involuntaria de gluten podrá desaparecer gracias a nuevos métodos inteligentes de detección como el que está desarrollando un equipo de investigadores coordinados por el profesor de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV) y director científico del CIBER de Bioingeniería, Biomateriales y Nanomedicina (CIBER-BBN), Ramón Martínez Máñez.
Una herramienta que, además, permitirá colaborar con la regulación y la lucha contra el fraude en la industria alimentaria.
“El principal valor añadido de este dispositivo con respecto a otros ya existentes posiblemente sea la sencillez en el procedimiento de obtención de la medida. La rapidez en el procedimiento (60 minutos en esta fase de desarrollo) y el hecho de que los medios necesarios para el proceso de medida sean relativamente asequibles comparados con otras metodologías más sofisticadas, hacen que sea una estrategia muy competitiva”.
Es importante destacar que se trata de un nuevo sistema que permite la detección rápida de gluten a través de un proceso de señalización simple. En este sentido, podría ser la base para el desarrollo de sistemas portátiles, rápidos, sensibles y de uso sencillo para el control del gluten en alimentos.
“El biosensor está compuesto por un film de alúmina anódica nanoporosa cargado con un tinte fluorescente y cubierto con un aptámero (molécula AND o ARN) que reconoce específicamente la gliadina, que es la proteína soluble del gluten”, añade Carmen Martínez Bisbal, profesora de la Universidad de Valencia (UV) e investigadora del CIBER-BBN.
Los investigadores reconocen que “el sensor se encuentra en una fase de desarrollo en la que todavía resulta necesario cierto equipamiento de medida para obtener un resultado”.
En este sentido, indican que “ese equipamiento no está presente en los hogares de los consumidores, aunque sí que es de uso común en los laboratorios del ámbito. Sin embargo, atendiendo a la necesidad evidente que este sensor podría cubrir, se espera poder avanzar en su desarrollo para implementarlo pensando en un uso menos dependiente de equipamiento y por tanto más abierto al consumidor”.
Impacto en el sector alimentario
El nuevo sensor ha sido validado en muestras reales de alimentos permitiendo la detección del gluten a través de un proceso simple de señalización, con un gran potencial para su uso en el control alimentario.
“El hecho de haber realizado una validación en un número limitado de muestras de alimentos reales, avala su funcionamiento en este tipo de muestras. Es por ello que el impacto en el sector alimentación podría ser elevado, en caso de poder avanzar en su desarrollo y comercialización. Este sensor podría jugar un papel importante para el control tanto de las materias primas empleadas en la producción, como en la evaluación del producto final antes de llegar al consumidor”.
A lo que agregan que “el sensor está diseñado para la detección específica de la gliadina, y de ese modo indica la presencia de gluten. Inspirados en este modelo, podrían realizarse diseños similares para la detección de otros analitos de interés, utilizando los elementos adecuados para permitir una detección específica”.
De cara al futuro, Ramón Martínez Máñez adelanta que “los siguientes pasos estarían encaminados a conseguir la detección del gluten sin necesidad de utilizar equipamiento para las medidas, como por ejemplo se realiza en los test de tiras reactivas. También se está pensando en el desarrollo del sensor de manera que la medida pudiera realizarse con un equipamiento sencillo y económico de uso doméstico como los que se utilizan para medir la cantidad de glucosa en sangre”.
“A medio-largo plazo, nos planteamos la mejora del sensor para que la medida pueda realizarse de una manera más sencilla y rápida. De esa manera, este dispositivo probablemente resultaría competitivo para empresas especializadas del sector que podrían invertir en su desarrollo y comercialización. Entonces, su uso podría extenderse tanto en el ámbito profesional de la alimentación como entre los consumidores”, sentencia.
Fuente: IM Médico.