Ponerse a dieta es prescindir de ciertos alimentos que, aunque nos encantan, son considerados bombas de calorías. La pasta es uno de esos nutrientes que se ha ganado mala fama entre los regímenes alimenticios y que la mayoría de gente se esfuerza por eliminar de sus vidas.
Ahora, un estudio realizado por el Instituto Neurológico Mediterráneo Neuromed en Pozzilli, Italia, demuestra que el consumo de pasta está asociado, en realidad, con la reducción del riesgo a padecer obesidad general y abdominal. La investigación, publicada en la revista Nutrition and Diabetes, ha examinado más de 23.000 personas inscritas en dos grandes estudios epidemiológicos: el proyecto Moli-sani y la Encuesta de Nutrición y Salud italiana, también llevada a cabo por el Neuromed.
“Mediante el análisis de los datos antropométricos de los participantes y sus hábitos alimenticios hemos visto que el consumo de pasta, al contrario de lo que muchos piensan, no se asocia con un aumento en el peso corporal”, explica George Pounis, autor principal del artículo. “Los resultados muestran que la pasta contribuye a tener un índice de masa corporal saludable, una menor circunferencia de la cintura y una mejor relación cintura-cadera”, añade.
La pasta a menudo se considera poco adecuada cuando se desea bajar de peso y algunas personas la descartan por completo de sus comidas. A la luz de esta investigación podemos decir que la dieta mediterránea es buena para la salud siempre que se respete toda la variedad que abarca su pirámide, con la pasta en primer lugar.
Fuente: Nutrition and Diabetes (2016); doi:10.1038/nutd.2016.20