Los resultados del Estudio Nutricional de la Población Española (ENPE), que ha evaluado a 3.801 hombres y mujeres entre 25 y 64 años, concluyen que la prevalencia de sobrepeso en nuestro país se sitúa en un 39,3%, mientras que la obesidad afecta al 21,6% de la población. Por sexos, se observó que la prevalencia de sobrepeso es más elevada en hombres que en mujeres. Más concretamente, entre el género masculino, el peso aumenta de manera significativa entre el grupo de 25-34 años, seguido por el grupo de 35-44 años, mientras que entre las mujeres el peso aumenta significativamente a medida que la edad avanza. los datos del trabajo se publican en la Revista Española de Cardiología (REC).
”Las conclusiones reafirman las estimaciones realizadas anteriormente en otras investigaciones, como el estudio ENRICA, que entre 2008 y 2010 estimó una prevalencia de obesidad de 22,9% en la población española mayor de 18 años”, explica el Dr. Javier Aranceta-Bartrina, profesor de Nutrición Comunitaria en el Departamento de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Facultad de Farmacia de la Universidad de Navarra. Al igual que en el estudio ENRICA, el ENPE aprecia una tendencia creciente en las tasas de sobrepeso y obesidad con la edad.
Asimismo, y para extraer datos más detallados, el estudio ENPE ha analizado dicha prevalencia según comunidades autónomas. Las conclusiones evidencian que las tasas de obesidad más altas se estiman en Asturias (25,7%), Galicia (24,9%) y Andalucía (24,4%); mientras que en el lado opuesto, las tasas más bajas se han observado en Islas Baleares (10,5%), Cataluña (15,5%) y País Vasco (17,9%). El Dr. Aranceta-Bartrina expone que “los datos segmentados por comunidades autónomas, así como el aumento en la prevalencia de sobrepeso y obesidad con respecto a estudios realizados en años anteriores, ponen encima de la mesa la preocupación de los profesionales sanitarios por intentar frenar e incluso revertir esta situación. De este, modo, es necesario una mayor vigilancia sistemática en aquellos grupos que presentan un mayor riesgo, así como implementar estrategias preventivas y acciones asistenciales específicas. El sobrepeso y la obesidad suponen, por una parte, un empeoramiento de la calidad de vida del paciente, y por otra, un aumento de la carga asistencial y un coste para el sistema sanitario de salud”.
Ante estos datos, la Sociedad Española de Cardiología alerta de la importancia de adquirir hábitos de vida saludables, puesto que la obesidad está considerada como uno de los principales factores de riesgo cardiovascular. Así, la SEC recomienda:
-Realizar un mínimo de 30 minutos de actividad física diaria moderada, como pasear, volver caminando desde el trabajo a casa o evitar el uso del ascensor y subir por las escaleras
-Cuidar la alimentación:
Verduras y hortalizas: dos o más raciones al día.
Fruta: una o dos piezas en cada comida principal.
Aceite de oliva virgen: una o dos raciones en cada comida (unos 10 ml).
Pan, arroz, pasta y otros cereales (preferiblemente integrales): una o dos raciones por cada comida (40-60 gramos de pan o 60-80 gramos de arroz).
Legumbres: dos o más raciones a la semana.
Lácteos: dos raciones al día, preferentemente desnatados o bajos en grasa.
Pescado blanco/azul: dos o más raciones a la semana.
Evitar al máximo el consumo de carnes rojas (menos de dos raciones a la semana) e intentar sustituirlo por el consumo de carnes blancas, puesto que tienen menos grasa.
Evitar los dulces y la bollería industrial.
Fuente: Revista Española de Cardiologia (2016); doi: 10.1016/j.recesp.2016.02.010