Las isoflavonas pertenecen a la familia química de los polifenoles y su activación y metabolismo requieren la acción de ciertas poblaciones de microbiota o flora intestinal. Por ejemplo, en función de la población microbiana que posea un individuo, el metabolismo de la isoflavona daidzeína puede desembocar en la formación de equol, el derivado más estrógenico, o en o-desmetilangolensina (O-DMA), que no presenta actividad estrogénica.
Por todo ello, el estudio de los metabolitos de las isoflavonas puede resultar crucial para comprender el efecto beneficioso que tienen sobre la salud, de tal manera que estos puedan maximizarse y extenderse a toda la población, más allá de las personas que poseen una flora/microbiota intestinal “activadora”.
El grupo de Biotecnología Enológica Aplicada del Instituto de Investigación en Ciencias de la Alimentación, CIAL (CSIC-UAM), en colaboración con el grupo de Cultivos Lácteos Funcionales del Instituto de Productos Lácteos de Asturias (IPLA) del CSIC; ha publicado un estudio sobre el efecto de la suplementación con un concentrado de isoflavonas de soja en el metabolismo fenólico intestinal de mujeres postmenopáusicas después de 1, 3 y 6 meses de tratamiento.
“Las propiedades de las isoflavonas de soja para reducir algunos síntomas en la mujer durante la menopausia se conocen bien. Sin embargo, esta es la primera vez que se investigan sus efectos sobre el metabolismo de la flora intestinal. Esto abre nuevas oportunidades para modular la capacidad metabólica de las bacterias de nuestro intestino, con el objetivo de maximizar los efectos biológicos beneficiosos de la suplementación con isoflavonas”, explican los investigadores.
Incremento de los procesos fermentativos en el intestino
En el estudio, se determinó el contenido de isoflavonas y otros metabolitos fenólicos en las heces de 17 mujeres climatéricas que recibieron un tratamiento diario, durante seis meses, con un suplemento dietético rico en isoflavonas.
Se cuantificaron las isoflavonas genisteína y daidzeína, y sus metabolitos: dihidrodaidzeína y O-DMA; así como 39 compuestos fenólicos provenientes del metabolismo bacteriano intestinal (enterolactona, enterodiol, ácidos benzoicos, fenoles simples, ácidos cinámicos, ácidos fenilacéticos y fenilpropiónicos, ácidos mandélicos, valerolactonas y ácidos valéricos) y escatol, un metabolito microbiano que se considera perjudicial para la salud.
En el trabajo, además, se desarrolló una metodología específica denominada UPLC-DAD-ESI-TQ MS, que permite detectar y cuantificar polifenoles y metabolitos de isoflavonas en heces humanas.
El tratamiento con isoflavonas de soja aumentó la excreción de derivados de los ácidos grasos de cadena corta acético y propiónico (en concreto, de los ácidos fenilacético y fenilpropiónico). Esto sugiere un incremento de los procesos fermentativos en el intestino, lo que se considera un efecto saludable y beneficioso.
Fuente: Journal of Agricultural and Food Chemistry (2016); doi: 10.1021/acs.jafc.5b05102