Un nuevo estudio apunta un nuevo aspecto negativo de la inflamación. Sobre un análisis de 10.000 individuos, se ha identificado un subproducto molecular de la inflamación, llamada GlycA, que parece predecir la muerte prematura debido a las infecciones. Con tan solo un análisis de sangre se podría saber si una persona sana tiene mayor riesgo de morir de neumonía o sepsis en los próximos 14 años.
Según los expertos, de la Universidad de Melbourne, Australia, y la Universidad de Oulu, Finlandia, niveles altos de GlycA en sangre indican un estado de inflamación crónica que puede derivarse de una infección leve o de una respuesta inmunitaria hiperactiva.
Por supuesto, esta inflamación daña el cuerpo, lo que probablemente hace que los individuos sean más susceptibles a infecciones graves. Los resultados se publican en Cell Systems.
“La propia respuesta inmune del cuerpo podría estar detrás de la inflamación crónica. Los beneficios directos surgirán si podemos encontrar una manera de reducir dicha inflamación y sus riesgos asociados”, explica a Sinc Johannes Kettunen, experto de la institución finlandesa y coautor del trabajo.
Necesarios más estudios
El equipo de investigadores señala que se necesitan estudios adicionales para descubrir los mecanismos implicados en la relación del GlycA con la inflamación y muerte prematura, y si las pruebas para conocer los niveles de este compuesto algún día podrán ser garantizados en la práctica clínica.
“Todavía tenemos mucho trabajo por delante para entender si podemos modificar el riesgo de alguna manera”, añade Kettunen, quien trabaja también en el Instituto Nacional de Salud y Bienestar Social de Finlandia. “Personalmente, a mí no me gustaría saber que tengo un riesgo elevado de muerte o enfermedad debido a este marcador si no hubiera nada que hacer al respecto”.
Por ejemplo, para planificar un tratamiento, los investigadores necesitan saber si un GlycA elevado es el resultado de una infección microbiana crónica de bajo nivel o una reacción aberrante de la propia respuesta inflamatoria del cuerpo.
FUENTE: Cell Systems (2015); doi: 10.1016/j.cels.2015.09.007