Repatha, el segundo medicamento aprobado de una nueva clase conocida como inhibidores de la proteína PCSK9 que debe administrarse con un estricto control de la dieta y terapia de estatinas de máxima tolerancia en pacientes adultos.
El medicamento fue diseñado para ayudar a las personas con antecedentes de hipercolesterolemia familiar heterocigota o arteriosclerosis cardiovascular, los cuales tienen un alto riesgo de ataque al corazón o infartos y que requieren de un apoyo adicional.
La hipercolesterolemia familiar es un trastorno genético causado por un defecto en el cromosoma 19 que provoca que el cuerpo sea incapaz de eliminar el colesterol “malo” de la sangre.
En los Estados Unidos alrededor de 610 mil personas mueren de enfermedades del corazón cada año, lo que equivale a una de cada cuatro muertes.
Lo que hace Repatha es bloquear el trabajo de la proteína PCSK9 permitiendo al organismo eliminan el colesterol malo de la sangre.
Para la autorización del fármaco, se realizaron varios estudios, de los cuales uno duró 12 semanas e involucró la participación de 329 voluntarios con arteriosclerosis cardiovascular.
Quienes recibieron la inyección lograron reducir en 60 por ciento sus niveles de colesterol LDL, en comparación con aquellos que recibieron un placebo.
Como muchos medicamentos, con Repatha se registraron algunos efectos secundarios como nasofaringitis, infección del tracto respiratorio superior, gripe, dolor de espalda y reacciones como enrojecimiento, dolor, o moretones en las zonas de aplicación de la inyección, erupción cutánea y urticaria.
Fuente: La razón (San Luis)