A continuación mencionamos una serie de recomendaciones que debe tener en cuenta para mejorar la alimentación de sus hijos en edad escolar:
El desayuno es una de las comidas más importantes del día para todas las edades, especialmente las escolares, porque les ayuda a la concentración y atención, lo que genera una mayor capacidad de rendimiento y aprendizaje.
Si el niño estudia en la tarde, antes de asistir a clases debe haber almorzado. El refrigerio que reciben en la institución educativa, en la mañana o en la tarde, es un complemento del desayuno o almuerzo. Los refrigerios no reemplazan éstas comidas, que deben ser brindadas en sus hogares.
Dentro de la ‘loncheras’ se deben incluir alimentos naturales y de alto valor nutricional procurando ofrecer siempre una fruta entera o un jugo, un alimento o preparación que incluya leche o alguno de sus derivados y otro que aporte calorías como galletas, tortas, ponqué, pan, cereales, arequipe o bocadillo.
En la selección de las frutas, se deben preferir las que están en cosecha o las ricas en vitaminas C y A como naranja, mandarina, papaya, melón, mango, guayaba, curaba, fresa, zapote y tomate de árbol.
El consumo exagerado de dulces, golosinas y producto de paquete debe evitarse ya que disminuye el apetito; además, si no hay un buen hábito de lavado de dientes puede llevar a la formación de caries dental.
Los padres de familia deberán promover buenos hábitos de higiene como el lavado de manos y de los alimentos antes de consumirlos, tener en cuenta la fecha de vencimiento de los alimentos y fomente el consumo de agua natural durante el día.
Algunas de las sugerencias para que los padres la adopten durante la semana son las siguientes:
Menú 1: Bebida con leche, pan con mermelada o mantequilla y fruta
Menú 2: Croissant, fruta entera y yogurt.
Menú 3: Tortitas de avena con queso y fruta.
Menú 4: Ensalada de frutas, galletas de sal o dulce y queso.
Menú 5: Yogurt, fruta y perro caliente (pan con salchicha baja en grasa).
Menú 6: Zumo, emparedado con lechuga, tomate y carne, pollo o atún.
Procure incrementar la oferta de pescado, ensaladas, verdura, legumbre y fruta fresca. Y, a su vez, disminuir el consumo de frituras y platos precocinados, postres dulces y bollería.
Varíe la presentación y forma de preparación de los platos, no abuse de salsas fuertes, elimine la grasa visible de las carnes, acompañe los segundos platos con alimentos diferentes a las patatas fritas, y combine legumbres con cereales, para proporcionar proteínas vegetales completas.
La base de lograr una adecuada alimentación, está en combinar la satisfacción de las expectativas organolépticas (presentación, sabor, olor, textura) de los niños hacia esos menús, con sus necesidades nutritivas, muy objetivas y concretas.
Evite incluir en las mochilas de sus hijos productos refinados dulces (snacks dulces, refrescos, golosinas) y salados (hamburguesas, salchichas, pizzas, patés), que constituyen una alimentación rica en azúcares simples y/o en grasas saturadas y colesterol.
Recomendaciones para los menús escolares
Elaborar platos ricos en proteínas vegetales, hidratos de carbono complejos y fibra, combinando cereales y legumbres. Ejemplo: lentejas o garbanzos con arroz, pasta con garbanzos o habichuelas, etc.
Aumentar el consumo de pescado. Cocinar trozos con pocas espinas y guisarlos de diferentes formas, de manera que resulten más atractivos: con salsa, al horno, en croquetas, albóndigas.
Eliminar la grasa visible de las carnes.
Cocinar con poca sal.
Incluir diariamente ensaladas y/o verduras cocidas.
Incluir diariamente fruta fresca.
Evitar la monotonía en la presentación o en la preparación de las salsas y guisos.
Evitar el consumo frecuente de productos precocidos y rápidos de preparar como empanadillas, hamburguesas, croquetas, salchichas.
En los postres, no ofrecer dulces, ni pasteles, ni lácteos muy azucarados. Lo más recomendable es: fruta y yogur.
Para los padres:
Hábitos formales recomendados a la hora de comer:
Los más representativos pueden ser los siguientes:
El comer de manera adecuada necesita ser enseñado.
Coma con su hijo, y en lo posible, con toda la familia al mismo tiempo.
Enseñe a su hijo a poner, limpiar y quitar la mesa.
Coma en un lugar tranquilo, sin que se vea la televisión, ni se oiga la radio.
Un plato pequeño y hondo facilita que la comida pueda cogerla el niño con la cuchara.
Comidas nuevas, una detrás de otra, en días distintos. Ofrézcalas al principio, cuando el niño tiene más apetito.
Siempre que sea posible, sirva las comidas en trocitos, para que el niño las pueda coger con los dedos y llevárselas a la boca.
Permita a su hijo participar de actividades sencillas en la cocina tales como:
Verter la leche en el tazón de los cereales.
Lavar los componentes de las verduras o de las ensaladas.
Preparar sándwiches.
Pelar los plátanos.
También puede ser interesantes el enseñarles a:
Hacer albóndigas o hamburguesas.
Preparar la masa de algunos postres o galletas.
Mejorar la nutrición del escolar:
El niño debe consumir alimentos variados para asegurarse una buena nutrición. Cada día debe comer de los 5 grupos de alimentos de la Guía Pirámide de los Alimentos.
Conviene que coma frutas, verduras y productos derivados de cereales ya que son ricos en vitaminas, fitonutrientes y fibra.
Las frutas, verduras y otros componentes de la dieta contienen fibra, nutriente que ayuda a mantener un ritmo regular del tránsito intestinal.
Un alto porcentaje de niños no comen tres porciones de verdura al día, que es la cantidad recomendada para ellos.
Las frutas y sus zumos son alimentos ricos en vitamina C. Además de la leche y del agua, el zumo natural de frutas es una bebida saludable para los niños. Los zumos deben ofrecerse con moderación, aproximadamente la cantidad obtenida de dos frutas al día. Cantidades superiores puede hacerles disminuir el apetito y en ocasiones dificultar una normal absorción intestinal.
Los zumos de fruta nunca deben ser sustituidos por bebidas azucaradas adicionadas de saborizantes.
Los niños necesitan consumir a diario alimentos ricos en calcio. Es difícil satisfacer las necesidades de calcio sin ingerir leche y derivados. Aquellos con alergia a la leche deben tomar productos que cumplan con esas necesidades.
Hay que estimular en niños la actividad física. Debe existir un adecuado equilibrio entre ingesta y ejercicio físico, además, el ejercicio constituye una parte importante del aprendizaje del sistema motriz.
Clínica de Nutrición Biodieta