El Parkinson es una patologia que responde bien a una mezcla de medidas dietéticas, pero no esta causada por alteraciones en las pautas nutricionales.
Seria recomendable seguir una dieta hipoproteica durante el día ( cuyo aporte sea inferior a 7 gramos de proteínas), dado que los aminoácidos neutros de cadena larga compiten con la levodopa en su paso a través de la barrera hemato-encefálica, retrasándola. En la cena se pueden cubrir las necesidades proteicas (esto puede suponer un empeoramiento de las fluctuaciones motoras por la noche, que suelen ser mas tolerantes).
El aminoacido levodopa (L-hidroxifenilalanina) mejora los síntomas de la enfermedad al convertirse en dopamina en las células cerebrales afectadas. Algunas variedades de habas son ricas en levodopa (observándose mejoras por su consumo).
La administración de levodopa junto con comidas proteicas disminuye su absorción.
Evitar la deficiencia en nutrientes, especialmente en vitaminas E y C (la utilidad de la suplementación con cantidades elevadas ha dado resultados positivos en algunos estudios, pero aun no hay evidencias suficientes).
Evitar el aporte de cantidades excesivas de piridoxina (B6) en pacientes tratados con levodopa. La B6 aumenta el metabolismo periférico de la levodopa al estimular la decarboxilasa B6 -dependiente.
Aumentar el aporte de fibra dietética para evitar el estreñimiento y la impactación fecal. A su vez, mantener un balance corporal hídrico adecuado a lo largo del día.
Clínica de Nutrición Biodieta