Una alimentación variada y equilibrada, junto con un aumento de la actividad fisica, repercuten favorablemente en la salud y bienestar del anciano y contribuyen a mejorar su calidad de vida.
A continuación enumeramos una serie de recomendaciones nutricionales:
- Hacer 4-5 comidas/día es mejor que concentrar los alimentos en 2-3. Evitar el aislamiento durante las comidas.
- Aumentar al máximo su actividad, dentro de sus posibilidades y estado de salud, para aumentar su gasto energético.
- Evitar dietas monótonas: estimular el consumo de verduras, hortalizas, lácteos, cereales y, sobre todo, de agua.
- De existir problemas de masticación, se tendrá que intentar mejorar su dentadura o aconsejar el consumo de alimentos triturados.
- Evitar las dietas restrictivas, salvo justificación médica, y vigilando el estado nutritivo.
- Cuando existan dificultades o limitaciones en la alimentación del anciano, valorar el uso de suplementos.
Clínica de Nutrición Biodieta