Las autoridades sanitarias advierten de que no hay evidencias científicas que sustenten la eficacia terapéutica de la plata coloidal y, de hecho, en algunos países, como Estados Unidos, su ingesta está prohibida. Antes al contrario, son numerosos los estudios que demuestran la toxicidad de las nanopartículas de plata a nivel celular.
Uno de ellos lo acaba de publicar en Journal of Nanobiotechnology un equipo internacional de investigadores coordinados por el Instituto Max Planck de Coloides e Interfases, en Alemania. “Hemos observado que sólo cuando las nanopartículas de plata entran dentro de las células les producen daños graves, y que su toxicidad se debe básicamente al estrés oxidativo que originan”, explica a Sinc el químico español Guillermo Orts-Gil, coordinador del proyecto.
Para realizar el estudio, el equipo ha analizado cómo actúan distintos carbohidratos sobre la superficie de nanopartículas de plata (Ag-NP) de unos 50 nanómetros, que se han introducido en cultivos de hepatocitos y células tumorales del sistema nervioso de ratones. Los resultados revelan, por ejemplo, que los efectos tóxicos de las Ag-NP son mucho mayores si van recubiertas con glucosa en lugar de galactosa o manosa.
Mecanismo de ‘caballo de Troya’
Aunque no se conocen todos los detalles sobre los complejos mecanismos toxicológicos, sí se sabe que las nanopartículas utilizan un mecanismo de ‘caballo de Troya’ para burlar las defensas de la membrana e introducirse en el interior de la célula. “Los nuevos datos constatan que los diferentes recubrimientos de carbohidratos modulan la forma en que lo hacen, y esto resulta de gran interés para tratar de controlar su toxicidad o diseñar futuros ensayos”, apunta Orts-Gil.
El investigador subraya que existe “una clara correlación entre el recubrimiento de las nanopartículas, el estrés oxidativo y la toxicidad, por lo que estos resultados abren nuevas perspectivas para modular la bioactividad de las Ag-NP mediante el uso de hidratos de carbono”.
Las nanopartículas de plata no solo se emplean para elaborar remedios caseros; también se incorporan cada vez más en fármacos, como las vacunas, además de en productos como la ropa y los trapos de limpieza.
FUENTE: Journal of Nanobiotechnology (2014); doi:10.1186/s12951-014-0059-z