La alteración de las hormonas tiroideas es frecuente durante el embarazo y puede causar hipotiroidismo, de ah que desde la Sociedad Española de Nutrición se solicite la implantación en España de un cribado universal para todas las mujeres embarazadas.
Se estima que entre el 2 y el 3% de las embarazadas padece hipotiroidismo leve, en el 85% de los casos como consecuencia de la enfermedad de Hashimoto, por la que el sistema inmune ataca por error la glándula tiroidea y la destruye progresivamente.
Esto entraña “series riesgos”, ya que aumenta el riesgo de aborto espontaneo, anemia, preeclampsia, desprendimiento de placenta y hemorragia posparto. Asimismo, en el bebe conlleva mayor riesgo de parto prematuro, bajo peso al nacer, distress respiratorio y problemas de desarrollo y aprendizaje.
El problema radica en que la sintomatologia es muy parecida a la que cursa la gestación. Así, síntomas como fatiga, somnolencia, dolor articular, dolor muscular o nauseas, pueden “enmascarar” el hipotiroidismo.
El cribado se debería realizar antes de la semana 10 a 12 de gestación. Sin duda, se hacen pruebas rutinarias a todas las embarazadas para enfermedades con menos transcendencia que las enfermedades tiroideas, por lo que esta seria necesaria.
Cabe señalar que después del parto en torno a la mitad de las mujeres debe continuar tratándose. Esto se debe a que alrededor del 7% de las mujeres y entre el 18% y el 25% de las que padecen diabetes desarrollan tiroiditis postparto (TPP) en el año siguiente.
FUENTE: Jano.es