En clínica, solemos utilizar el IMC (indice de masa corporal), para calcular los niveles de delgadez, sobrepeso y obesidad. Pero existe un error que persigue a este indice desde el inicio, el no distinguir entre el tejido graso y el tejido muscular.
Inventado por Adolphe Quetelet hace mas de 150 años, el IMC se calcula tomando el peso de un individuo (en kilogramos) y dividiéndolo por su estatura al cuadrado (en metros).
En términos simples es una forma de comparar el peso de un individuo con su altura, para evaluar su condición física.
En ensayos clínicos con muestras amplias se ha detectado un error continuo en la determinación del IMC. En individuos considerados delgados según su indice de masa corporal, se ha visto que serian obesos si se hubiese tenido en cuenta su cantidad de grasa.“
Otro error común del indice, es incluir a individuos dentro del grupo de “sobrepeso”, cuando en realidad son obesos.
En un ensayo clínico realizado en la Universidad de Navarra, se fue mas allá. Para comprobar el grado de error del diagnostico por IMC, se utilizo el método de la pletismografia, que consiste en medir el volumen corporal a través del desplazamiento de aire que produce un cuerpo dentro de una cámara especial.
También se estudiaron los marcadores sanguíneos de sensibilidad a la insulina de los participantes, su perfil lipídico (que determina el estado del metabolismo de los lípidos corporales) y otros factores de riesgo cardiometabolico.
Al comparar los nuevos indicadores con los valores del IMC, los científicos encontraron que muchas personas consideradas delgadas o con sobrepeso presentaban factores de riesgo cardiometabólico.
Aun así, por su sencillez en el calculo seguimos recurriendo al IMC, aplicándolo sobre todo a poblaciones, permitiendo generar promedios y comparaciones. Teniendo en cuenta que el peso no determina siempre el estado de salud de un individuo y que es un método barato, seguiremos utilizándolo hasta que aparezca una formula mas precisa.
Clínica de Nutrición Biodieta