Esta tapa incluye en su composición una importante cantidad de grasa y aporta a la dieta proteínas y distintos micronutrientes, entre los que podemos destacar minerales como el fósforo -que participa en la adecuada mineralización osea-, selenio -con actividad antioxidante en el organismo- y vitaminas como B12 (cuyo aporte a las ingestas recomendadas aumenta casi el doble cuando se consume la tapa con cerveza tradicional) y niacina.
Una cerveza de Abadía, donde predominan los matices florales y frutales de la manzana, logra una armonía genial con las notas ligeramente picantes de la sobrasada y del queso de Mahón en su variedad mas curada. Además, la cerveza casa especialmente bien con los quesos de vaca como este.
FUENTE: Fundación Española de la Nutrición