La elección de una bebida esta marcada por muchos factores, desde su color, hasta su nombre, el precio o el vaso en el que se sirva.
El color de la bebida afecta a la percepción que tenemos sobre su capacidad para aplacar la sed, tal y como se demuestra en un estudio publicado en la revista Food Quality and Preference Journal.
Para probarlo en el ensayo clínico se sirvieron bebidas en vasos de distintos colores. Cuando se pidió a un grupo de individuos que eligieran su preferido, un numero significativo opto por vasos azules o verdes. Los colores “fríos” fueron considerados mas efectivos para aplacar la sed.
Hasta el hecho de que el nombre de la bebida incluya un color nos atrae hacia su consumo.
El precio es otro factor como decimos a la hora de elegir una bebida. Cuanto mas caro sea el producto nuestras expectativas son mejores, aunque esto no siempre sea así. Nuestra apreciación de la calidad de una botella de vino se ve afectada directamente por cuan costoso nos dicen que es, mas que por su precio real.
La forma de los vasos también influyen en nuestra elección. Así, un vaso curvado dificulta percibir cuanto liquido queda adentro, así como darse cuenta de cuando se ha tomado mas de la mitad, en consecuencia solemos beber mas rápido.
Por tanto, la manipulación de la industria nos empuja hacia un consumo dirigido mas por lo que ellos quieren que percibamos que por nuestros propios sentidos organolepticos.
Clínica de Nutrición Biodieta