Los pacientes con anorexia y los pacientes con obesidad comparten ciertas correlaciones neurobiologicas, relacionadas con las vías de la recompensa y los circuitos neuronales asociados a la comida.
“El estudio realizado compara el perfil de las funciones ejecutivas de los grupos con condiciones extremas de peso empleando medidas validadas de toma de decisiones, inhibición de respuesta e impulsividad”, según apunta el principal responsable del análisis, el doctor Fernando Fernandez-Aranda.
Según el trabajo, los sujetos obesos presentan una elevada impulsividad, lo que estaría vinculado a las limitaciones para el aprendizaje de las asociaciones adecuadas entre recompensa y castigo.
Los resultados del estudio confirman la hipótesis de que las personas obesas tienen dificultades para inhibir una conducta automática o dominante, ademas apuntan a la impulsividad y las dificultades en la inhibición de respuestas como un rasgo distintivo en el perfil ejecutivo de la obesidad en el marco de las condiciones extremas de peso.
Por otra parte, el comportamiento de los pacientes con anorexia nerviosa es rígido y obsesivo, con una elevada resistencia a los cambios, en contraste con los sujetos obesos.
De acuerdo con este estudio, en el que han participado mujeres con edades comprendidas entre los 18 y los 60 años, el tratamiento, tanto para pacientes con anorexia nerviosa como con obesidad, debe centrarse en el autocontrol, las conductas impulsivas o el déficit de toma de decisiones característicos de estos trastornos.
FUENTE: PLoS ONE (2012)