Muchos factores pueden condicionar la cantidad de levodopa disponible. Así, la velocidad del vaciado gástrico (que depende del tipo de alimento, su cantidad, la acidez gástrica y la función autonómica gástrica) condiciona su absorción.
El transporte de levodopa en el intestino delgado y su paso a través de la barrera hemato-encefálica precisan de la competencia con el sistema de transporte de aminoácidos neutros de cadena larga. Esto justifica una dieta hipoproteica.
En el desayuno y en el almuerzo no deberán tomarse mas de 7 gramos de proteína, con el fin de disminuir las fluctuaciones motoras a que se ven expuestos los individuos que padecen esta enfermedad.
Hay que reseñar que esta estrategia terapéutica solo es efectiva si se es riguroso, pues dietas con 35-45 gramos de proteínas antes de la cena no reducen las oscilaciones motoras, y si ascienden a mas de 160 gramos, las aumentan.
La dieta hipoproteica es especialmente útil en pacientes con fluctuaciones moderadas y que precisan mayor movilidad por la tarde. En cualquier caso, la dieta es estricta y tal vez debería reservarse a casos puntuales. Aun así, debería ser norma general que los pacientes conocieran los alimentos con muchas proteínas y limitaran su consumo.
El déficit proteico al que se expone el paciente durante el dia debe ser resuelto en la cena. Esto suele suponer un empeoramiento de las fluctuaciones motoras por la noche, lo cual es mas tolerable.
FUENTE: Hernando Requejo V. “Nutrición y Enfermedades Neurológicas”. Nutrición y alimentación en promoción de la salud.; 2007; 13:202-203