En el Instituto Vall d´Hebron se ha llevado a cabo el mas amplio y completo estudio realizado hasta el momento para describir el papel de los cofactores como el ejercicio físico, la ingesta de alcohol o el uso de antiinflamatorios no esteroideos (AINEs) como inductores de reacciones alérgicas alimentarias.
El trabajo supone un paso importante para el tratamiento de pacientes con posibles alergias alimentarias.
El estudio ha recogido pruebas de 74 pacientes que presentaban alergias alimentarias inducidas por la acción de cofactores (ejercicio físico, ingesta de alcohol e ingesta de AINEs) durante las dos horas anteriores o las cuatro posteriores a la ingesta de alimento sensibilizante. Mientras que en el 82,4% de los pacientes la ingesta aislada de alimento sensibilizante no provocaba síntomas o solo provocaba reacciones alérgicas leves, normalmente urticaria, la intervención de alguno de estos cofactores elevaba del 17,6% al 85,1% el porcentaje de reacciones anafilacticas.
El 58% estaba relacionado con la ingesta de AINEs, el 52,7% con la practica de ejercicio y el 12,2% con la ingesta de alcohol. El tiempo de aparición de los síntomas oscilaba , en función del tipo de cofactor, desde los 75 minutos (AINEs) hasta los 10 minutos (ejercicio).
En la mayoría de los casos el alimento reactivo era algún tipo de derivado vegetal. Concretamente, en el 91,7% de los casos la sensibilidad se debía a Pru p 3, una de las LTP mas habituales, presente en las frutas del grupo de las rosaceas, como la manzana y el melocotón.
Las LTP o proteínas transportadoras de lípidos son proteínas de defensa vegetales que se encuentran ampliamente distribuidas en los tejidos de muchas frutas, semillas y pólenes, y que constituyen uno de los alergenos mas habituales de la region mediterránea. Estas proteínas vegetales, a menudo, son responsables de reacciones cruzadas entre pólenes, vegetales y semillas. Las LTP mantienen su actividad alergenica incluso en alimentos procesados como zumo de frutas, vino o cerveza, ya que son muy estables tanto a variaciones térmicas como a procesos digestivos.
Uno de los datos mas relevantes de toda la investigación es que, detrás de todos los casos de hipersensibilidad a la ingesta de AINEs, había una combinacion de esta sustancia con un alimento que contenía LTP o algún otro alergeno. Según los doctores responsables del estudio, “este tipo de reacciones solían atribuirse al propio cofactor cuando la verdadera causa, el alimento, pasaba inadvertida”.
El estudio pone de relieve la conveniencia de incluir pruebas que combinen los alergenos alimentarios con estos cofactores en los protocolos de diagnostico alergologico. Ademas, las lineas de trabajo futuras deberían estudiar el papel de otros cofactores como enfermedades, estress, cansancio o la menstruación, que ya han sido descrito como potenciales inductores de reacciones alérgicas.
FUENTE: JANO