Si el tejido adiposo de nuestro cuerpo fuera marron en vez de blanco, no tendríamos problemas de obesidad, por que la grasa parda quema calorías en lugar de almacenarlas.
Un estudio publicado en Nature Medicine describe una molécula cuyo bloqueo provoca que la grasa blanca empiece a funcionar de forma similar a la parda.
Desde hace algunos años se conoce que los adultos poseen grasa parda [antes se pensaba que solo existía en la infancia], pero no esta claro que la cantidad sea suficiente para generar un impacto en la perdida de peso. De ahí que se persiga esa transformación de un tejido adiposo en otro, cosa que se ha demostrado en ratones inducida por el frío.
Despues del frio el segundo gran activador de la grasa parda es el ácido retinoico, un derivado de la vitamina A. El estudio publicado en Nature Medicine, apunta a una enzima del metabolismo de esta vitamina (y a su producto derivado) como el agente clave.
Se llama Aldh1a1 y según el estudio esta muy presente en las células de la grasa blanca, actuando en la adipogenesis y la plasticidad de los adipocitos.
Cuando se bloquea la actividad de Aldh1a1 en los adipocitos blancos, estos empiezan a actuar como si fueran células pardas. En uno de los experimentos realizados, los expertos silenciaron en ratones el gen de esta enzima y observaron que tenia menos grasa visceral, que ganaban menos peso y que sus niveles de glucosa eran inferiores a los de los controles.
Este trabajo supone un impulso a la importancia de la Vitamina A y sus derivados, que parecen ser muy buenos candidatos para controlar la grasa parda.
En el tratamiento de la obesidad el comer es muy importante. Hasta el momento, todos los farmacos han ido dirigidos a controlar el hambre, la saciedad. Pero al ser un proceso regulado por el sistema nervioso, siempre van acompañados de efectos secundarios no deseados. Por eso actuar sobre señales metabólicas periféricas es tan interesante y posiblemente mas seguro.
Según Francesc Villarroya, catedrático de Bioquímica en la Universidad de Barcelona, “podríamos obtener incluso dianas a nivel nutricional, que se pudieran controlar con la dieta, con alimentos concretos o con suplementos.”
FUENTE: El mundo.es