El hecho de reducir la cantidad de la ingesta en el plato principal del almuerzo de los niños en edad infantil permite añadir mas frutas y verduras como acompañamiento y que consuman un cantidad energetica menor, es decir, menos calorias.
Sin duda, es una estrategia para hacer frente a la obesidad infantil y para facilitar la tarea de los padres a la hora de añadir alimentos como la verdura y la fruta poco presentes en la dieta de los mas pequeños.
Si los niños no se sacian con el plato principal dejaran sitio para las verduras y frutas por lo que hay que ser cuidadoso con las porciones. Una de las mayores preocupaciones de los padres cuando preparan la comida a sus hijos es que se queden con hambre por lo que suelen preparar platos con una gran cantidad de comida. No hay que extrapolar lo que es correcto para un adulto a un niño ya que sus necesidades energeticas no son las mismas.
Si un niño tiene la oportunidad de comer mas cantidad del plato que realmente le gusta o le resulta mas palatable, cuando llegue al punto de saciedad dejara de comer.
Así, seran los padres y hermanos mayores quien deban aconsejar a los mas pequeños al elegir “snacks” mas saludables y consumir mas acompañamientos nutritivos en las comidas.
FUENTE: American Journal of Clinical Nutrition, 11 2011.